ShaskaX

lunes, septiembre 11, 2006

Despiértame cuando Septiembre termine.

Debo reconocer que Septiembre me da miedo y me entristeze. Septiembre llena a nuestro país de banderas tricolor por todas partes, de ramadas, de chicha, de empanadas, de guirnaldas, de cuecas, de colores... de felicidad. Pero también es cierto que Septiembre es una burlona paradoja: es colorido pero a la vez muy negro. No voy a entrar a analizar ni recordar los hechos que han ocurrido en tantos Septiembre de tantos años. Sólo quiero plantear mi temor y mi impotencia de que por más que pasan y pasan los años, y la tecnología aumenta, y los indíces económicos crecen y a todos se nos hace agua la boca por la plata la humanidad entendedida como valor cada día se empobrece más. Realmente es algo que no puedo explicar con palabras, es algo que me paraliza y me aterroriza ver como el hombre cada día se vuelve más intolerante con los suyos y el medio ambiente. Yo de verdad no sé como visualizar el mundo en si quiera un par de años. De verdad entiendo que el camino de las próximas generaciones y de los jóvenes va a ser arduo y espero que todos desde la arista que nos toque luchemos porque el mundo sea un espacio más justo en donde la tolerancia prime por sobretodo. Sé que a lo mejor sueno muy cliché, muy utópico pero es algo tan fácil... es algo de que si todos ponemos esfuerzo por hacer el bien todo sería tan distinto, tan diferente. Yo creo que el hombre por natural es un ser bueno... pero ayer realmente no entendía cuando en los noticiarios recordaban el atentado al WTC el 11 de Septiembre del 2001, el golpe de estado de nuestro país el 11 de Septiembre de 1973 y así tantos ejemplos no tan sólo en Septiembre.
Ya, eso... necesitaba desahogarme.

miércoles, septiembre 06, 2006

El Rey de los Huevones: Cine en Superación

El Rey de los Huevones: Cine en Superación

Anselmo (Boris Quercia) es un taxista conocido en todo Chile como el rey de los huevones luego de que devolviera un maletín encontrando en su taxi con nada mas ni nada menos que 24 millones de pesos. Vive solo en un humilde edificio rodeado de modernos centros comerciales y está enamorado de Sandra (Tamara Acosta), la novia de Mario (Rhandy Phiñango), su mejor amigo. La historia comienza cuando en un viaje desde el aeropuerto conoce a la sensual peruana Eva (Angie Jibaja) y ésta le pide que cuide a su pequeño hijo Adrián (Diego Hurtado) por un par de horas; el ingenuo de Anselmo acepta sin saber que estará involucrándose en una peligrosa estafa.
La película habla en un buen y directo chileno - y con esto me refiero al buen retrato de la clase media nacional, al buen uso de sus códigos- de aquellas personas anónimas que no transan sus valores por obtener las cosas de manera fácil y poco honradas aunque las necesiten con suma urgencia. Anselmo, el protagonista, es un personaje sumamente tierno y que conjuga de manera notable su bondad con la torpeza provocando un inteligente humor negro que nos hace reír a carcajadas en algunas escenas pero que al mismo tiempo nos produce pena por su extrema ingenuidad. Sin embargo, lo que hace a este personaje algo real -y por ende, valorable- es que no es un ser perfecto a quien le llueve sobre mojado, sino que también tiene su cuota de ambición y mal genio. Todos estos aspectos muy bien complementados, por supuesto, con la excelente actuación de Boris Quercia quien calza justo con el papel y la buena comunicación con sus compañeros Phiñango y el pequeño pero no menos talentoso Diego Hurtado. Verdaderamente es emocionante el lazo que crea con el pequeño durante la cinta pues sin proponérselo se transforma en el padre que nunca ha tenido el pequeño Adrián quien además en varias ocasiones hará que Anselmo sude la gota gorda por sus infantiles peripecias; el menor es una suerte de fuente de aprendizaje para Anselmo, quien a pesar de no buscar esos conocimientos los recibe de buena disposición. Otro punto interesante es su relación con Sandra (una notable Tamara Acosta, el punto más algo a nivel actoral) pues ambos intentan convencerse que su relación es una pura y blanca amistad, pero los dos saben perfectamente bien que Anselmo está locamente enamorado de ella aunque esté consiente de que no puede ofrecerle todas las cosas que Mario por su trabajo si puede. Eva, por su parte, representa la ambición que intenta hacer tambalear a Anselmo por sus puntos más débiles, como el carnal por ejemplo pero también es la imágen de la abnegación y -a veces- torpes impulsos por darle a su hijo una mejor vida llena de satisfacciones.
Boris Quercia, en la dirección ha mejorado bastante con respecto a Sexo con Amor no así con el guión que a pesar de mantener el humor y la atención del espectador de principio a fin cae varias veces en redundancias que le quitan un poco de continuidad a la historia. La dirección de arte y la música sencillamente notables.
"El rey de los huevones" es en pocas palabras un logrado homenaje que no cae ni en siutiquerías ni populismos baratos a esos chilenos - o en términos generales, a esas personas- esforzados y con ganas de surgir, pero no a cualquier precio, sino a uno coherente con su accionar y filosofía de vida.