Una buena dosis de arte nacional
Por motivo de mis vacaciones anduve desde el 19 al 24 de Enero en Santiago, y vaya que vacaciones tan buenas. No por el sólo hecho de visitar a buenos amigos y familiares, si no por la buena dosis de arte nacional que encontré por esos lados tan calurosos. Lo primero que vi al llegar a la capital de nuestro país fue Roberto Zucco, en el teatro Antonio Varas.
La obra narra el hecho verídico de un asesino que no conforme con matar a su padre escapa de la cárcel y comienza a recorrer la ciudad cometiendo sus fechorías y encontrándose con personajes tan potentes como él, todos aquellos perdidos en su conciencia, pasado y presente. El texto del desctacado dramaturgo francés Bernard-Marie Koltés es solídismo, lleno de lirismo que escapa a todo prejuicio y que de alguna manera embellece toda esta historia tan negra: nos muestra a Zucco como un héroe moderno que no se sabe a ciencia cierta porque comete asesinatos, que intenta escapar de la sociedad y de su escencia. Un agrado ver nuevamente una obra de Víctor Carrasco, y como protagónico a Néstor Cantillana... a ambos ya los había visto en el monólogo "De noche, justo antes de los bosques" obra también de Koltés. Carrasco nuevamente vuelve a imprimir su sello personal, a través de sutilezas, lentitud, gestos y movimientos colectivos de los 26 actores. Esto sumado al gran trabajo actoral de todo el elenco en donde sobresalen especialmente: Cantillana, Di Girólamo, Munchmeyer, Guazzini, Ogalde, Marquez, Céspedes, Gonzáles, Giannini, Díaz, Hernández, López. Por otro lado la música, la escenografía y el vestuario logran crear toda una atmósfera bella, oscura y psicológica. Es de esperar que la obra se vuelva a reponer para aquellos que no la pudieron ver bajo el marco del Santiago a Mil, y puedan disfrutarla. Sin embargo, pienso que esta obra no es aconsejable para todo el mundo pues su enfoque va básicamente a el texto y la entrega del actor, mucho más que a la acción y rapidez sobre el escenario. Es sin duda alguna, una obra de gran calidad poética.
Al día siguiente vi Pequeños Crímenes Conyugales en el teatro del boluevard del Parque Arauco, obra bajo la dirección de Alejandro Castillo y protagonizada por éste y Katty Kowaleszcko. La obra cuenta la llegada de Giles (Castillo) a su casa, luego de haber tenido un accidente en su casa que lo dejó amnésico. Así, su mujer Lisa intentará devolverlo a su pasado pero el tropiezo con la ambiguedad del pasado y la memoría irán develando detalles de su relación que ni ellos mismos comprenden en el presente. Un drama buenísimo, lleno de misterio, romanticismo inteligente, y situaciones cómicas. Notable la escenografía y el juego de luces, al igual que las actuaciones especialmente de Katty Kowaleszcko que con lágrimas en los ojos recibía el aplauso del público. Buenísima toda la ambientación que junto a la música y el vestuario nos transportaba a la época de europa del 40 mas o menos. La dramaturgia, excepcional al igual que otras obras de Eric Emmanuel Schmit como Enigmas que se estrenó el 2004 bajo la dirección de Willy Semler y protagonizada por Tomás Vidiella y Luciano Cruz-Coke.
Otros eventos culturales que vi:
El Concierto gratuito del gran Roberto Bravo organizado por la municipalidad de Macul, en donde tocó al aire libre con excelentes invitados: un estudiante de piano que venía de intercambio de centroamérica a la Universidad Mayor (donde Bravo es director de la carrera) y una talentosísima y tremenda pianista Rusa, además de un coro también de la universidad. Que genial concierto, donde tocaron temas de Chopin, Tchaikovsky hasta canciones de Luis Advis (La Cantata Santa María) y temas de películas.
Visita al Museo de Bellas Artes: En realidad nunca he sido muy entendido en temas de artes plásticas y no me interesaba mucho, pero en esta visita quedé anonadado con la exposición en honor al gran artista que fue Alberto Reid, que trataba la dominación de la tecnología en el hombre... habían trabajos geniales y es primera vez que sentía una especia de sensación al ver un trabajo plástico. Además, en una de las salas del museo había solo una pared azul con la fotografía antigua de un niño de los años no sé...30? y al lado una fotografía de la misma persona 60 años mas tardes, recién fallecida. Música ambiente: risas y voces. Esto es lo que se conoce ahora como "Resonancias" o "Arte reverberante".
En fin, hay harto que ver por allá. De verdad, cuando vayan aprovechen de llenarse de arte, de cultura que es tan escasa para las personas que vivimos en regiones y sobretodo alejadas de la capital.
La obra narra el hecho verídico de un asesino que no conforme con matar a su padre escapa de la cárcel y comienza a recorrer la ciudad cometiendo sus fechorías y encontrándose con personajes tan potentes como él, todos aquellos perdidos en su conciencia, pasado y presente. El texto del desctacado dramaturgo francés Bernard-Marie Koltés es solídismo, lleno de lirismo que escapa a todo prejuicio y que de alguna manera embellece toda esta historia tan negra: nos muestra a Zucco como un héroe moderno que no se sabe a ciencia cierta porque comete asesinatos, que intenta escapar de la sociedad y de su escencia. Un agrado ver nuevamente una obra de Víctor Carrasco, y como protagónico a Néstor Cantillana... a ambos ya los había visto en el monólogo "De noche, justo antes de los bosques" obra también de Koltés. Carrasco nuevamente vuelve a imprimir su sello personal, a través de sutilezas, lentitud, gestos y movimientos colectivos de los 26 actores. Esto sumado al gran trabajo actoral de todo el elenco en donde sobresalen especialmente: Cantillana, Di Girólamo, Munchmeyer, Guazzini, Ogalde, Marquez, Céspedes, Gonzáles, Giannini, Díaz, Hernández, López. Por otro lado la música, la escenografía y el vestuario logran crear toda una atmósfera bella, oscura y psicológica. Es de esperar que la obra se vuelva a reponer para aquellos que no la pudieron ver bajo el marco del Santiago a Mil, y puedan disfrutarla. Sin embargo, pienso que esta obra no es aconsejable para todo el mundo pues su enfoque va básicamente a el texto y la entrega del actor, mucho más que a la acción y rapidez sobre el escenario. Es sin duda alguna, una obra de gran calidad poética.
Al día siguiente vi Pequeños Crímenes Conyugales en el teatro del boluevard del Parque Arauco, obra bajo la dirección de Alejandro Castillo y protagonizada por éste y Katty Kowaleszcko. La obra cuenta la llegada de Giles (Castillo) a su casa, luego de haber tenido un accidente en su casa que lo dejó amnésico. Así, su mujer Lisa intentará devolverlo a su pasado pero el tropiezo con la ambiguedad del pasado y la memoría irán develando detalles de su relación que ni ellos mismos comprenden en el presente. Un drama buenísimo, lleno de misterio, romanticismo inteligente, y situaciones cómicas. Notable la escenografía y el juego de luces, al igual que las actuaciones especialmente de Katty Kowaleszcko que con lágrimas en los ojos recibía el aplauso del público. Buenísima toda la ambientación que junto a la música y el vestuario nos transportaba a la época de europa del 40 mas o menos. La dramaturgia, excepcional al igual que otras obras de Eric Emmanuel Schmit como Enigmas que se estrenó el 2004 bajo la dirección de Willy Semler y protagonizada por Tomás Vidiella y Luciano Cruz-Coke.
Otros eventos culturales que vi:
El Concierto gratuito del gran Roberto Bravo organizado por la municipalidad de Macul, en donde tocó al aire libre con excelentes invitados: un estudiante de piano que venía de intercambio de centroamérica a la Universidad Mayor (donde Bravo es director de la carrera) y una talentosísima y tremenda pianista Rusa, además de un coro también de la universidad. Que genial concierto, donde tocaron temas de Chopin, Tchaikovsky hasta canciones de Luis Advis (La Cantata Santa María) y temas de películas.
Visita al Museo de Bellas Artes: En realidad nunca he sido muy entendido en temas de artes plásticas y no me interesaba mucho, pero en esta visita quedé anonadado con la exposición en honor al gran artista que fue Alberto Reid, que trataba la dominación de la tecnología en el hombre... habían trabajos geniales y es primera vez que sentía una especia de sensación al ver un trabajo plástico. Además, en una de las salas del museo había solo una pared azul con la fotografía antigua de un niño de los años no sé...30? y al lado una fotografía de la misma persona 60 años mas tardes, recién fallecida. Música ambiente: risas y voces. Esto es lo que se conoce ahora como "Resonancias" o "Arte reverberante".
En fin, hay harto que ver por allá. De verdad, cuando vayan aprovechen de llenarse de arte, de cultura que es tan escasa para las personas que vivimos en regiones y sobretodo alejadas de la capital.