Dos escritos hechos en una agradable mañana solitaria
30 de Noviemrbe del 2005. 10:15 a.m Pasan como los patitos del tiro al blanco de los juegos en las ramadas. ¿Cómo se puede ser tan ciego?. Sólo es ciego el que no quiere ver ¿hay esperanzas?. Te estoy agradecido, no te lo niego pero en realidad me siento a la dereivda... no es que siempre tuviera el norte claro, pero... tenía al menos una vaga idea. Ahora no sé. Tengo miedo, estoy como en una masa de agua que me arrastra a no sé donde, con el miedo de llegar a un abismo sin fondo. No quiero caer. Quiero salvarme, respirar hondo y seguir firme y noble. Creo que estoy más fuerte, hace un año no sé si había sido capaz de soportar todo. Premíame Dios, sigue dejándome respirar, caminar y con una vida bella. Dame fuerzas para no caer porque si lo hiciera, la culpa sería sólo mía. Duele el pecho. Haber estado al filo del cuchillo y con la respiración agitada, impotencia de no defenderte o dejar que los perdidos hagan y deshagan. Ayúdalos, ayúdame. Protégeme. Bendíceme. A mí y a los míos. Soy tu hijo y orgulloso de serlo... cambiar todo esto, eliminar la mierda de una buena vez, terminar la soledad, secar las lágrimas, para el llanto. Dejar de sobrevivir, y comenzar a vivir. Subrayado, con énfasis y todo: vivir.
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Cajones. Colchonetas. Salta y pasa el siguiente. Luego el otro. Y otro. Son como los relojes, la vida. Los segundos pasan, pasan y pesan. Uno pasa bien, buen salto, buen rechazo, caida delicada y certera. El de atrás no, salta fuerte y cae fuerte. Ríe avergonzado, falsamente. Desea darle un buen golpe a ese soberbio paliducho por su cruel carcajada y por robaerle la delgada niña que le roba el pensamiento en las noches. Caer como los segundos malditos que oprimer el pecho y humedecen los ojos. ¡El estúpido grandote logró saltar y pasar bien!. Exclamaciones de asombro y alegría. En ese mismos segundo, "20´" de las 10:28 a.m ella dijo que me quería, recibí el título universitario con todas las estampillas, nadé desnudo en una playa de arenas blancas, me eché a la boca una caluga con sabor a naranja, fui feliz. La vida vacila así. La realidad fluctúa asi. Como los saltos. COmo los polodos de una pila: positivo y negativo.